Entre los meses de abril y mayo, la primavera puede darnos muchas sorpresas. Comienzan a subir las temperaturas, se alargan los días y surgen las llamadas lluvias de primavera. Es un fenómeno muy común durante esta estación del año que tendrás que controlar. En especial el aquaplaning que surge en los momentos más inesperados.
El aquaplaning es uno de los mayores peligros que se dan en carreteras y autovías. Aunque parece algo simple, es un problema que no deberíamos tomar a la ligera. Para ayudarte no dudes en consultar a tu taller para tener unos neumáticos de calidad que aumenten tu seguridad. Desde Autolunas Carabanchel, te explicamos una serie de consejos para prevenir el aquaplaning.
Directrices para controlar y prevenir el aquaplaning
- Dibujo del neumático: es posiblemente la medida de precaución más importante de todas. Revisa el estado de tus neumáticos, es decir la profundidad del dibujo. Es clave puesto que su finalidad es evacuar el agua entre el neumático y la carretera. Un mejor agarre supondrá evitar cualquier tipo de accidente.
- Neumáticos de calidad: tener unas ruedas de calidad condicionará la seguridad activa de nuestro vehículo. Incide de manera directa en la posibilidad de perder la tracción durante nuestros periodos de conducción. Cuando vayas a comprar unos nuevos, valora la seguridad por encima del dinero que cuestan.
- La velocidad: cuando nos enfrentamos a balsas de agua en la calzada, debemos reducir la velocidad. Puedes tener la reacción instintiva de usar los frenos cuando tu coche se está deslizando, pero eso puede empeorar la situación. Lo mismo que acelerar para salir del agua, ya que hará que se deslice aún más.
- Mantén la calma: entrar en pánico no te ayudará a evitar el aquaplaning. Es difícil mantener la calma en una situación así, pero no debes perder el control. Para ello no hagas giros bruscos en el volante ya que favorecerás el choque con otros coches. Haz giros suaves sobre todo cuando te encuentres en medio de una curva, sino te arriesgas a salirte de la carretera.
- Retomar el control: después de no tocar los pedales y girar suavemente el volante, solo queda esperar a salir de la balsa de agua. Aguarda a que el coche disminuya la velocidad, recorra la distancia de frenado y se detenga. Una vez sea así, vuelve a tomar el control del coche. Hazlo con cuidado por el agua acumulada en las ruedas.