Es posible que hayas invertido mucho dinero en el equipo de música o en la tapicería de tu coche; que tengas todas las herramientas en el maletero y el GPS preparado para cualquier viaje; y es posible también que entre todo ello hayas descuidado el estado de tu luna delantera. No serías ni el primero ni el último que no sabe cómo cuidar el parabrisas de la manera correcta.
Las lunas aportan gran parte de la resistencia de la estructura del vehículo. El cristal delantero es determinante en el funcionamiento del airbag y permite que los sistemas automáticos de seguridad activa hagan su función. La conservación y saber cuidar el parabrisas son fundamentales para disminuir los riesgos al volante y alargar su vida útil. Desde Autolunas Carabanchel queremos darte unas recomendaciones para saber cuidar el parabrisas.
Consejos para cuidar el parabrisas
Quitar el hielo: en pleno invierno, si tu coche duerme en la calle será habitual que tengas que quitar el hielo. Hacerlo con agua caliente o a través de la calefacción a una temperatura muy elevado no está recomendado. Para evitar roturas lo más aconsejable es emplear una rasqueta de plástico o nuevos productos descongelantes.
Cambios de temperatura: estos cambios entre la parte interna y externa del parabrisas son una de las principales causas de la aparición de grietas. Aunque haga un frío helador o un calor sofocante, no pongas la temperatura en el extremo contrario. Es mucho mejor si el ambiente del interior cambia de manera progresiva y no de golpe.
Cambiar el limpiaparabrisas: es importante saber cuándo debemos cambiar el limpiaparabrisas de nuestro coche. Es recomendable hacerlo cada 12 meses, ya que pasado ese tiempo es posible que estén rayando la luna cuando lo activas. Antes de que comience la época de lluvias cambia las escobillas para que no tengas ningún susto.
Distancia de seguridad: manteniendo la distancia de seguridad, dispones del espacio suficiente para frenar en caso de emergencia. Pero cuidar el parabrisas también tiene mucho que ver con la distancia de seguridad. Circular muy cerca de otro coche significa que puedes recibir gravilla de sus neumáticos que van a tu luna.