Es una de las grandes preguntas que podríamos hacerlos a la hora de comprar o cambiar nuestro vehículo. El color del coche es determinante, aunque influyen más nuestros gustos personales que las estadísticas. Sin embargo, los más vendidos (sin fijarnos en las marcas) sigue siendo el blanco, gris plateado y amarrillo.
Los conductores que escogen el color blanco lo hacen porque soporta mejor el color; mientras que los que eligen el gris, lo hacen porque disimulan la suciedad. Son todo lo contrario a los colores oscuros que son más sucios y encima se ven peor en la carretera. Desde Autolunas Carabanchel te explicamos qué color de coche deberías seleccionar si quieres que te vean más durante la conducción.
Color de coche respecto a tu seguridad en carretera
Sin duda, el color de coche más seguro es el plata y las estadísticas no engañan, porque son los que tienen menos accidentes. Le sigue de cerca los tonos blancos, cremas, amarillos y rojos. Se continúan vendiendo estas tonalidades más que otras, porque los colores claros se ven mejor en la carretera. Garantizan una mayor visibilidad y, por ello, estarás reduciendo las posibilidades de tener un accidente.
Por el contrario, los colores oscuros arrojan una tasa de siniestralidad mucho más alta que los colores claros. Estamos hablando de negros, marrones, verdes o azules oscuros. El color de coche que hayas elegido es determinante en la factura de tu seguro, ya sea a todo riesgo o a terceros.
El color que elegimos del coche, depende de la persona que lo compre y su utilidad. Por ejemplo, entre los automóviles de lujo, deportivos o de alta gama el color negro es predominante. A pesar de ser el menos seguro y de los que más rápido se ensucian. Para vehículos utilitarios se prefieren el azul, el amarillo, el rojo o el verde. Los vehículos familiares suelen ser el gris claro, mientras que los monovolúmenes más vendidos son el plata, azul, gris, negro o beige.
Todos los fabricantes confirman esta estadística respecto al color del coche. La DGT también recomienda el color plateado o los tonos claros a la hora de elegir un vehículo y evitar una tasa alta de siniestralidad. Aun así, se venden coches de todos los colores.